El día que Messi me sonrió
Ser entrenador de fútbol tiene momentos duros y alegres. Vives en tensión, pendiente de resultados, con un éxamen cada semana. Pero al ser entrenador también disfrutas con la gente a la que haces vibrar. Ser entrenador es muchas cosas difíciles de enumerar en un papel, pero ser entrenador también es cruzarte en ese camino con genios como Messi. Su calidad futbolística no seré yo quien la descubra, pero si puedo contaros que yo le hice sonreír. Y lo he hecho en dos ocasiones. La primera fue en el Nou Camp. Semifinal de Copa de 2011, yo en el banquillo del Almería, enfrente toda la caballería de ese Barcelona histórico que comandaba Guardiola. A los 15 minutos ya perdíamos por 3-0 con Messi de protagonista goleador con dos goles y ejerciendo de mejor jugador del planeta. Yo en la banda dando instrucciones, tratando de capear el temporal. Leo cae lesionado y es atendido en la banda. Se recupera y se dispone a entrar de nuevo al campo por le centro, al lado de mi zona técnica. Y le digo «sino te encuentras bien no hace falta que fuerces». Me miró de arriba a bajo, yo dije «ahora veras tú, me va a decir que prepare el saco» y él me mostró una sonrisa cómplice, esa sonrisa de niño de barrio que disfruta jugando en la calle con un balón y no dijo nada más. No sé si le hice gracia, pero ya no nos marcó más goles.Un par de años después en Riazor con el Deportivo volvía el genio argentino a cruzarse en mi camino o mejor dicho yo en el suyo. Era la semana en la que se había especulado que igual no venía a Coruña por que iba a ser padre y pensaba estar con su pareja. En el túnel de vestuarios nos cruzamos antes del partido y al saludar a todos los rivales me pare junto a él y le volví a decir «pensaba que tu mujer iba a dar a luz hoy….» Volvió a sonreír y esta vez me metió tres goles. Al menos cuando acabo el partido estuvo con mis hijos mucho más que amable en el mismo túnel donde Messi me sonrió por segunda vez en mi vida. Creo que la próxima vez que juegue contra él no le gastaré ninguna broma..o si.